viernes, 21 de septiembre de 2007

POR LAS DUDAS

Mariano Vázquez, nació y creció, bastante, en Valladolid, de ahí que su nombre artístico sea: “Mariano”, aunque en un principio quiso llamarse “El caballero de Olmedo”. Pasó una infancia feliz en el seno de una vecina, que le amamantó hasta la tierna edad de 23 años. Cursó estudios en el Colegio de los Hermanos Maristas donde puso de manifiesto su inteligencia sobrenatural al desvelar los misterios gozosos del Santísimo Rosario.

Su desmedida afición por la Gramática le llevó a escribir un trabajo titulado: “Sintaxis, u otra forma de ir a pie” por el que obtuvo el prestigioso premio “Labordeta” en la modalidad de “Geografía”, dotado con un par de alpargatas, una mochila y un triple salto mortal.

En su adolescencia, tuvo un brote de locura transitoria tras leer varios libros de caballería, llegando a cambiarse el nombre de Mariano por el de D. Alonso, etapa que superó gracias al Dr. Sancho y al seno de su vecina.

Se empezó a interesar por la guitarra cuando descubrió que tenía un agujero, aunque por más que sopló nunca consiguió hacerla sonar. Desilusionado, probó con la flauta dulce pero le subía mucho el azúcar; optando finalmente por la flauta de pan, instrumento para el que compuso su célebre: “Concierto para flauta de pan y orquesta Pans&Company”

Este primer éxito le animó para emprender trabajos más ambiciosos, llegando a poner música a poemas como: La Iliada, La Chanson de Roland y el Cantar del Mío Cid, obras que interpretaba él mismo acompañándose de una pandereta, una zanfoña y una pareja de la Guardia Civil, saliendo prácticamente ileso de sus actuaciones.

Como letrista, tampoco obtuvo grandes éxitos, firmó numerosas letras que fueron protestadas por la crítica y por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, que le llegó a embargar la casa, la televisión, y el frigorífico, dejándole el coche sin embargo... por lo que no tiene domicilio fijo.

Hizo sus primeras incursiones en el cine, con pequeños papeles en películas de corte dramático, como: “Caray con el mayordomo, qué largo tiene el maromo”, donde empezó a ganarse el apodo de 1,85. Le hubiera gustado ser presentador de televisión, pero su condición sexual se lo impidió.

Conoció a Miguel Vigil en un pasillo, y pasillo a pasillo fructificó un amor que nunca fue a primera vista, llegando a formar una pareja de hecho, hija de Académica Palanca y Mariano 1,85, conocida con el nombre de Cómicos de Guardia.

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